uién me iba a decir a mí, que estando yo tan tranquilo en mi cama y sin que nadie me interrumpiera, Marina Gold entraría en mí habitación sin previo aviso y me empezaría a mirar la polla como si fuese un caliz de oro. Claro hamijos, que iba a hacer yo en esa situación, pues nada, ayudarla un poco y poner su mano en mi glande para complir su fantasía, y la mía también jejeje. No se si os habéis dado cuenta, pero tengo una conexión especial con esta chica, me mira con esos ojos y prácticamente me derrito, Marina tiene la capacidad de ponerme muy cachondo y nervioso a la vez, cuando me la chupa lo hace como muy pocas, mientras me la come me mira a los ojos para saber si estoy lo suficientemente cachondo o necesita meter una marcha más para conseguir que me corra, siempre cuando a ella le salga del coño, es tremenda! La cosa se fue un poco de manos, nunca mejor dicho, ella se quita el tanga y me enseña su culo, aunque no me la follo, pero me deja un recuerdo muy divertido y cachondo tras c