Noche de juegos en tu casa, con tu amigo de años. Nada como pasar tiempo de calidad con él, aunque lo cierto es que él va porque le tiene ganas a tu hermanastra. Con una excusa barata como que se te cayó algo, haces que tu hermanastra se agacha en lo que tu amigo aprovecha para mirar y meter mano. Total compartir es divino, y así serían prácticamente hermanos de leche .