Ser un hombre de negocios no es fácil, más aun cuando tienes un viaje de negocios tan cerca, que ni tiempo te da para hacer muchas cosas. Pero hay alguien que te va a extrañar, la pequeña e inocente chica que es tu consentida y la ayudas en todo lo económico (básicamente eres su suggar) y te pide un pequeño arreglo para su laptop; pero antes que te vayas ella te quiere despedir como corresponde, con una buena sesión de sexo intenso. Sabes que ella está por tu plata, pero eso no importa, que tu estás con ella por su juventud.