Un dolor que aqueja tu corazón, la solución, un lugar del cual te dijeron tus amigos que podría hacerte sentir mejor. Vas con el pecho adolorido y te atiende una enfermera en un diminuto disfraz (seguro es por el calor) pero te das cuenta que al examinarte, o es muy minuciosa, o es muy comprometida con su trabajo. La cosa es que al cabo de un rato te das cuenta que es local de atención para caballeros. Tienes 2 opciones, o te vas indignado por la recomendación de tus amigos, o dejas que la enfermera te atienda y vea tu problema del corazón. Ya estás aquí, es mejor aprovechar e irse feliz, a seguir con ese dolor de pecho incesante.