Una jovencita petite, Barbara Mont, curiosa y explorando su sexualidad, comienza una sesión de
autoexploración en la intimidad de su terraza. Con un vibrador en mano, se entrega a la
sensación del juguete, disfrutando de cada vibración que la lleva al borde del éxtasis. Sin
embargo, sus momentos de placer solitario son interrumpidos por la inesperada llegada de un
hombre maduro, de 50 años, Luis Garay, con una experiencia y deseo que no puede ignorar. La
tensión sexual se acumula rápidamente, y lo que comenzó como un juego personal se convierte en
un encuentro apasionado y carnal. El hombre maduro, con su experiencia, guía a la joven hacia
nuevas alturas de placer, culminando en una penetración intensa y satisfactoria.