Me pidieron que cuidara a una nena que ya no es tan inocente... Tiene 19, rebelde, calentona y anda haciendo travesuras con todos los pibes del barrio. Así que le propuse algo: si quiere fumarse uno conmigo, primero tiene que mostrarme lo que tanto le gusta hacer con los otros... La llevé al telo y terminó rogando por más, toda mojada, gimiendo como una puta entrenada. Mirá cómo se entrega y aprende lo que es coger de verdad.